Un panorama de alternativas en diálogo desde Puerto Rico

La primera década de 2000 ha sido una de muchísima actividad en el campo de las artes visuales puertorriqueñas; espacios de exhibición, proyectos de galería, eventos multitudinarios, talleres de trabajo y plataformas digitales dibujaron un amplio panorama de autogestión liderado principalmente por artistas. De la larga listas de las iniciativas que componen este panorama me detendré a describir el trabajo de una selección que a mi entender ejemplifican las prioridades  de los artistas en esta gesta. 

M&M proyectos, fue una plataforma de gestión artística que nació a principios de la década (1999 – 2000) como iniciativa de Michelle Marxuach y que se dedicó a  coordinar, diseñar y facilitar propuestas de arte contemporáneo en la isla de forma independiente. Su gestión se distinguió en parte por trabajar con artistas emergentes en la construcción de proyectos site-specific. Marxuach junto a un variado grupo de artistas celebró eventos como “Juego/tensión” (1999) en el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico, “Un oasis en el desierto azul” (2000) en la Fundación Joan Miró en Barcelona y posteriormente en el Museo de Arte de Puerto Rico. De 2000 – 2004, Marxuach junto a un grupo de artistas y colaboradores [1] desarrolló tres ediciones de una bienal independiente: “PR’ 00: paréntesis en la ciudad”, “PR 02’: en ruta” y “PR 04’: tribute to the messenger”. Cada una de sus ediciones priorizó el desarrollo de discusiones que se articularon a través de curadurías, intercambios internacionales, publicaciones impresas, encuentros y conversaciones. M&M logró hacer vínculos con plataformas latinoamericanas como la Fundación Teor/ética en San José de Costa Rica, relación que permitió el intercambio entre artistas de ambas ciudades. En sus eventos incluyó más de un curador, se enfocó en desarrollar proyectos fuera de los espacios convencionales integrando nuevos tipos de  emergentes y profesionales.

M&M debido en parte a la coyuntura temporal durante la que se formó fue pionera en ideas y planteamientos. Fue tan versátil su funcionamiento que por momentos fue espacio de galería y taller a la vez que fungió como ente facilitador para propuestas innovadoras como lo fue “El Cerro” en Naranajito, del artista Chemi Rosado Seijo [2]. Esa versatilidad, organizó un mapa de las necesidades y los intereses que los artistas estaban canalizando a través de esa plataforma – manejo de propuestas de arte no objetuales, la necesidad del espacio de taller como lugar de encuentro para la discusión y la no necesidad de un espacio fijo como base para su producción –. Ese mapa, dio pistas sobre las direcciones hacia las que se estaba moviendo la producción de los artistas en Puerto Rico para ese entonces y sobre las competencias que debían tener las plataformas y los gestores que quisieran colaborar en la producción de ese nuevo arte.

Área: lugar de proyectos, se fundó en el 2005 en la ciudad de Caguas como iniciativa del empresario y mecenas José Hernández Castrodad y el artistas Quintín Rivera-Toro. Área, durante sus primeros dos años construyó programación mensual que incluía proyecciones de películas, discusiones, exhibiciones y manifestaciones artísticas de distintos tipos que iban desde el performance y la danza, hasta presentaciones de portafolios de estudiantes. Durante su trayectoria, el espacio ha manejado proyectos de residencia para artistas, ha recibido muestras internacionales, participado de ferias de arte a nivel local y establecido vínculos con organizaciones fuera de la isla. Área, ha mutado según los intereses de sus directores [3], lo que ha asegurado la heterogeneidad de su programación. Esa diversidad ha distinguido este espacio de otros; la no imposición de definiciones ni criterios externos a las propuestas que han sido sometidas al espacio es lo que le ha permitido crecer en más de una dirección. A través de esta plataforma se han posibilitado proyectos de crítica como “La entrega de los premios AIKK”, una sátira a las premiaciones que hace el capítulo de Puerto Rico de la Asociación Internacional de Críticos de Arte; intercambios como “Art of Democracy/El arte de la democracia”, un intercambio de afiches políticos con el Centro Cultural de La Misión en San Francisco, California celebrado un mes antes de las elecciones de 2008. Proyectos educativos multidisciplinarios como “El Museo de Historia Sobre Natural”, manejado por el artista y educador José Luis Vargas y “Paradise Lost”, una exhibición que viajó desde el Caribbean Center for the Arts en St. Croix y se celebró como parte de las actividades de hermandad entre la isla de Santa Cruz y Puerto Rico. Además, Área ha sido laboratorio de un nutrido grupo de artistas y curadores emergentes que a través de muestras individuales y colectivas han comenzado su proceso de profesionalización mientras diversifican la oferta cultural en el foro de las artes visuales.

Área también ha sido un eje en pro de la descentralización de la actividad cultural relacionada al arte contemporáneo. Debido a su ubicación queda fuera del margen los circuitos de museos y galerías de San Juan. Lo que ha significado un reto para su convocatoria pero, a la vez ha permitido servir como puente para establecer relaciones con otras comunidades de estudiantes y artistas. Gracias a la gestión de Área un sin número de artistas, curadores, profesores y críticos han tenido un foro libre y legítimo para sus discusiones. Hoy, Área maneja una programación mensual de exhibiciones que incluye el trabajo tanto de artistas veteranos como el de jóvenes profesionales y el de estudiantes. A la vez formaliza su gestión transformándose en una organización sin fines de lucro, con miras a establecer programas de trabajo e investigación a largo plazo.

=DESTO fue un espacio de exhibición que se fundó en 2006 por tres egresados de la Escuela de Artes Plásticas de San Juan: Omar Obdulio Peña Forty, Raquel Quijano y Jason Mena. Tres artistas emergentes en vías de profesionalización, que combinaron esfuerzos económicos y sociales para proveer un espacio de exhibición y encuentro. En este espacio ubicado en la calle Américo Salas en Santurce – muy cerca del Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Arte de Puerto Rico, el Espacio 1414 de la colección Berezdivin y la Galería Comercial – se celebraron exhibiciones de todo tipo como proyectos individuales, colectivas de grabado, fotografía y arte sonoro. Eventos multitudinarios como “La Gran Feria de Marzo” – una respuesta satírica a la Feria Internacional de Arte, Circa –, eventos de acciones y performance como “El cumpleaños del arte” y la muestra “PUBLíCA” que compilaba esfuerzos diferentes por desarrollar proyectos de publicación. Periódicamente el colectivo se hizo consciente de los efectos de su esfuerzo ya que revistas locales sobre arte y la administración de ferias dedicaron páginas y espacios a su gestión [4]. El colectivo, ocasionalmente, cedió espacios a otros colegas como en el caso de sus presentaciones en la feria Circa, dónde incluyeron el trabajo de algunos de sus colegas en la selección de artistas que participaría del espacio. En otras ocasiones, como en el caso de la feria ARWI cedieron por completo el espacio para el desarrollo de un proyecto de performance que estuvo a cargo de Vanessa Hernández Gracia.

“Desto”, como se le conocía comúnmente, puso en evidencia la posibilidad concreta de eliminar por un momento al galerista como intermediario. Esto debido, en parte, a que las pocas galerías que existían en ese momento no eran espacios para el arte más emergente. Las posibilidades que puso de manifiesto esta gestión iban de la mano al eco que llegaba del impacto que se generaba en Caguas en un espacio en el que tampoco mediaba el mercado; esto les permitió saborear, a los artistas que participaban de esta movida, el poder de la organización. La actividad generada por estos espacios evidenciaba la alta densidad de artistas que producían a la misma vez en el área metropolitana y que no tenían espacios para desarrollarse profesionalmente una vez salían del foro universitario. Esto creó una tensión entre artistas e instituciones. ¿Qué podía ofrecer para ese entonces una institución museal o una galería que un grupo de artistas no pudiera generar independientemente? En varias ocasiones durante su trayectoria “Desto” recibió la visita de críticos y coleccionistas que incluso adquirieron obra durante las exhibiciones, pero, no fue la norma. El ánimo de los artistas detrás de este proyecto no fue suficiente para mantenerlo funcionando y dos años luego de su apertura cesaron de operar debido, mayormente, a problemas económicos que les impedían pagar la renta del local.

Paralelo a la gestión de estos espacios hubo otras iniciativas como el Storehouse Group liderado en principio por el artista Gamaliel Rodríguez. Esta plataforma en colaboración con la galería La Casa del Arte se encargaba de crear espacios de exhibición para artistas jóvenes y conseguir exposición en ferias internacionales[5].

De la iniciativa de proyectos como =DESTO y Área, nacen colectivos como los Puntos Suspensivos, un equipo de artistas liderado por Vanessa Hernández Gracia que se dedicó al desarrollo de acciones preformáticas en distintos contextos. El colectivo se originó durante la celebración de la primera edición de la feria ARWI en 2006 [6]. El colectivo estuvo originalmente compuesto por Natalia Martínez, Rafael Vargas-Bernard, Rose Perea y Hernández Gracia. Con cada proyecto que el colectivo emprendía el grupo crecía y poco a poco se sumaron a su plantilla: Melissa Sarthou, Marilis Aveillez, Frances Gallardo, Araceli Pino, Rafael Miranda, Wilmary Ramos, Karlo A. Ibarra, Rafael Báez, Rubén Solla y Ulrik López, entre otros. Dentro de la necesidad de espacios para exhibir profesionalmente medios como el performance sufren un reto mayor debido la dificultad que significa para un mediador mercadear y vender un producto performativo. Por ello este grupo de artistas se congrega y ocupa foros en museos, ferias y galerías con proyectos no objetuales que retan la idea de la obra de arte pasiva e integran la colectividad y la participación como puntos de partida en la creación de sus discursos.

De forma similar, Kristine Serviá desarrolla PUBLíCA; una convocatoria que se exhibió en tres ocasiones en espacios diferentes. Primero en =DESTO; edición en la que reunió proyectos de publicación, artistas y gestores interesados en el quehacer editorial y difusión de material impreso. Su segunda edición se presentó en Área, donde contó con la colaboración del dúo W&N [7] para la coordinación y montaje de la muestra. En esta edición el producto se diversificó incluyendo libros de artistas, proyectos de grabado y  otras publicaciones como la Revista Apuesta [8]. Su tercera y última edición se celebró como parte de la Segunda Trienal Poligráfica de San Juan, América latina y el Caribe; en esta edición el evento contó con el apoyo de más artistas, lo que incentivo la diversidad de abordajes creando de algún modo un paréntesis dentro de la Trienal pues incluyó proyectos preformativos, participativos y convocatorias abiertas.

Mientras esta generación de artistas se desarrollaba más relevante se hacía para ellos la necesidad de espacios de exhibición incluso, espacios de exhibición comercial. En 2003, se había fundado en los altos de Fortaleza 302 [9], paralelo a la estadía de M&M proyectos en ese edificio, la Galería Comercial a cargo del joven Francisco “Tito” Rovira. Esta plataforma comercial, luego del cierre de M&M, continuó su gestión en un local en la Avenida de Diego muy cerca del Museo de Arte de Puerto Rico en una zona que estaba siendo gentrificada. De 2005 – 2006 se mudaron a un local junto a la Colección Berezdivin en el 1412 de la Avenida Manuel Fernández Juncos y de 2007 – 2008 trabajaron desde un local en la esquina de la misma avenida con la Calle del Parque; espacio en el que actualmente se encuentra el teatro alternativo La Respuesta. Rovira trabajó en la venta y difusión de la obra de artistas como Jesús “Bubu” Negrón, Marxz Rosado y Carolina Caycedo; artistas que laboraron en los eventos coordinados por Marxuach. También pasaron por esta plataforma artistas como Michael Linares, el veterano Julio Suárez y el joven Radames “Juni” Figueroa; entre algunos otros artistas locales e internacionales. Comercial, logró visibilidad en foros como la feria Art Bassel en Miami a la vez que introdujo la obra de artistas emergentes en el mercado local e internacional. Luego de cerrar operaciones en 2008 debido a la crisis económica reestablecieron operaciones en 2011 en el local 610 de la Calle Hipódromo [10] en Santurce bajo el nombre de Galería Roberto Paradaise.

Las galerías eran pocas y los museos aunque incluyeran proyectos de artistas emergentes dentro de sus programas no daban abasto en relación a la cantidad de artistas que estaban en necesidad de espacios para exhibición. Tanto M&M como Área y =DESTO, son plataformas que han funcionado al margen del circuito comercial, esto no quiere decir que se negaran a la posibilidad de venta del trabajo que presentaban, pero entrar al mercado no era la prioridad de su gestión. Paralelo a ellos se desarrollaron proyectos que sí estaban dispuestos a entrar a la competencia del mercado del arte. Espacios tales como la Galería 356, fundada en 2005 y dirigida por Michelle Fiedler de 2006 – 2009. Fiedler incluyó dentro de su plan de trabajo el desarrollar proyectos de artistas con mercados reconocidos a nivel local como Rafael Trelles y Edgar Rodríguez Luiggi, y trabajar con artistas emergentes y de trabajos menos comerciales como Rafael Vargas Bernard y el colectivo de acciones y performance Puntos Suspensivos. 356 fue una plataforma sólida para la construcción de carreras; Elsa María Meléndez, Christopher Rivera y Myritza Castillo fueron algunos de los artistas que la galería apoyó durante su trayectoria. Entre otras cosas, la galería logró hacerse espacio exitosamente en la escena local y en la internacional teniendo presencia en ferias como Circa en Puerto Rico, y NADA en Miami.

También en 2005, se funda el proyecto TAG-Rom por el artista y diseñador Carlos Reyes con el apoyo del empresario José Estarellas. Esta galería, ubicada en la calle Guayama en Hato Rey, trabajó mayormente con artistas emergentes como: Karlo A. Ibarra, Roberto Márquez, Sofía Maldonado, Alia Farid Abdal, Javier Olmeda, Héctor Madera-González, Manuel Rodríguez, Jorge Díaz y Martín Albarrán; muchos de ellos estudiantes de la Escuela de Artes Plásticas o recién egresados. También, presentó proyectos con artistas profesionales como Carola Cintrón, Alejandro Quintero, Dhara Rivera y José Jorge Román. Tanto Galería 356 como Tag-ROM tenían dentro de su directiva artistas que colaboraban con el proyecto de distintas maneras, ya fuera como montadores, escritores, diseñadores gráficos y web, hasta como coordinadores en ocasiones particulares. Este detalle en suma a la gestión realizada por artistas en espacios como =DESTO y Área revela que, cuando fuera necesario, algunos artistas podían emanciparse de su práctica estética para asumir roles de tipo administrativo. Este dato ha caracterizado a un grupo de artistas de esta generación y la pasada, responsables en gran medida, de mucha de la actividad artístico/cultural que se ha celebrado en estos años.

Cónsono al desarrollo de colectivos y espacios físicos con y sin fines comerciales, algunos artistas decidieron organizarse a través de plataformas digitales. Trance Liquido, Repuesto, Conboca, Dónde veo arte, el Box Score, el Naufragio de las palabras y The Fractal [11], fueron algunas de esas iniciativas de publicación que sirvieron como herramientas de difusión y documentación de la actividad que se daba al margen de los organismos institucionales. Además, fueron motores de diálogo crítico y discusión que colaboraron en la construcción de una comunidad creciente. Muchos de los proyectos de exhibición y eventos organizados por artistas no contaban con presencia en los principales medios de comunicación. En ese sentido estas plataformas, tanto como las redes sociales fueron cruciales en el desarrollo de convocatorias y en la difusión de invitaciones. Otra parte de su gestión fue crear una voz crítica de la actividad cultural, tanto de la institucional como de la realizada por los artistas y sus iniciativas. Esa gesta incentivó la creación de nuevas voces interesadas en aportar al análisis critico de la producción de arte contemporáneo en la Isla; estas voces reseñaban, documentaban e interrogaban las condiciones de esa producción. Poco a poco, y con el pasar de los años, las webs que se mantienen empiezan a convertirse sin darse cuenta en archivos de una época. Más recientemente se han sumado a esa gestión Dawire de la escritora Carla Acevedo Yates y, Metacultura de Lisa Blanco.

En 2008, luego de tres años de actividad consecuente, algunas de estas plataformas dejaron de operar o entraron a un proceso de transformación en la que sus integrantes se reubicaron de acuerdo a intereses más depurados. En esa coyuntura nacieron proyectos como Hello, Again; un colectivo de estudiantes y egresados de la Escuela de Artes Plásticas que se abrían paso en el campo del diseño y la creación de eventos. Originalmente enfocados en el diseño de camisas y propaganda la agrupación se fue dejando sentir en la escena local a través del desarrollo de eventos como los de la AWF (Artista Wrestling Federation). Esto eran competencias en vivo que apropiaban la estética y el formato de la lucha libre en las que artistas – estudiantes en su mayoría – asumían personajes que competían por campeonatos. Estos eventos, que aprovechaban la estética del entretenimiento televisivo, articulan una crítica a modo de sátira de la competencia en el mercado del arte local; una forma refrescante de hacerse espacio en una escena que se sentía saturada por la aridez del mercado y la falta de oportunidades de exposición.

En 2009, el grafitero y artista gráfico Alexis Bousquet inaugura Clandestino 787, un espacio para “el diseño experimental” según indica la información de su portal en línea. C787, como también se le conoce, ha organizado exhibiciones dónde invitan a artistas y diseñadores a discutir temáticas particulares como la tradicional talla de santos, la bandera como espacio de construcción de identidades y las máscaras de vejigantes. Busquet logró desde su plataforma integrar el apoyo de auspiciadores como la Cerveza Medalla, lo que abrió una brecha en gestiones de este tipo pues creó un vínculo de trabajo con la empresa privada logrando un endoso que atrae nuevos públicos a la escena. Lo interesante es que a diferencia del miedo generalizado de que una marca comprometería el contenido del arte y el criterio del espacio; él demostró lo contrario. Busquet y su equipo de colaboradores junto a los espacios y talleres vecinos han insistido en la necesidad de una revitalización cultural para la zona de Santurce. Tanto así que por tres ocasiones consecutivas han organizado el evento Santurce es ley [12], el cual combina la labor de artistas de distintas disciplinas, gestores y galeristas para la creación de un día familiar lleno de actividades artísticas a las que se puede llegar caminando a través de la zona.  Es importante mencionar que este evento desde su organización busca cómo integrar al vecindario utilizando paredes de la zona para realizar murales invitando a los negociantes a abrir durante las horas del proyecto convocando a los dueños de locales a que se integren al evento proponiendo alguna actividad o cediendo el espacio para algún artista. Esto también abre un brecha en cuanto a que la actividad artística se plantea hasta cierto punto en horizontalidad con las personas que habitan la zona que se interviene. En su tercera edición celebrada en septiembre de 2011, algunos de los murales que se realizaron en la zona homenajeaban su historia, como el del colectivo de grafiteros Fresh Crew, el cuál dedicó su pared a reconocer la labor del Taller Alacrán [13] pintando en uno de los muros de sus ruinas un diseño que incorporaba obras que habían hecho en ese espacio  artistas que trabajaron allí.

En 2010 en la misma zona de Santurce se funda el Cart Watch; un espacio originado principalmente como el taller de los artistas Martín Albarrán y Jaime Rodríguez Crespo. Este espacio, que laboró durante un año, convocó exhibiciones colectivas y proyectos curados entre ellos: “De Bayamón a la 15”, organizado por Juan Alberto Negroni; “Egofilia”, curado por Ralph Vázquez; “Pocket”, un proyecto de exhibición en pequeño formato que incluyó varias decenas de artistas y un certamen de dibujo contemporáneo que otorgó premios en metálico a tres de los participantes. Cart Watch, al igual que C787, consiguió el endoso de una cervecería; en su caso Coors Light. En una búsqueda similar a la de plataformas anteriores, Cart Watch pretendía reunir público interesado en el arte contemporáneo entre ellos coleccionistas y compradores, para crear canales viables de difusión a nivel local e internacional para el trabajo de artistas emergentes puertorriqueños. Este proyecto aunque no era una galería asumió desde sus inicio una relación más directa con el mercado.

Claramente como un propuesta que pretendía insertarse en el mercado del arte local, METRO: plataformaorganizada se funda en 2011 por José Hernández Castrodad, Elsa María Meléndez y Norma Vila junto a un grupo de artistas entre los que se encontraban Quintín Rivera-Toro, Omar Obdulio Peña Forty, Vanessa Hernádez Gracia, Myritza Castillo, Zinthia Vázquez, entre otros [14]. METRO, fue un proyecto de un año que reconocía desde el principio la necesidad de los y las artistas jóvenes por construir un mercado para su obra. Aun que principalmente se comportó como una galería comercial – con la excepción de que era manejada por un mecenas y un grupo de artistas – los planes para con el espacio habían contemplado la posibilidad de generar mercancía de distintos tipos que convocaran a nuevos consumidores, personas que no necesariamente tuvieran la capacidad económica para comprar obra a precio de galería, pero que si pudieran comprar mercancía hecha por artistas. En un tono similar se funda en el mismo año Trailer Park Project, una galería móvil a cargo del gestor y entusiasta Alexis Figueroa.  Este proyecto tiene entre sus prioridades exhibir obra que se pueda vender en precios accesibles – menos de $500.00 –, crear nuevos coleccionistas y apoyar el proceso de producción artística a través de la comisión de diseños para un portafolio serigráfico que está en constante producción. La renuncia a un espacio físico fijo, en este caso, le devuelve la responsabilidad del mercadeo y venta de la obra al galerista o marchante. En colaboración con Rafael J. Miranda y Omar Velázquez, ambos artistas e impresores en El Taller Achiote, un segundo piso entre la Calle San Sebastián y la Calle San José en el Viejo San Juan,  subdividido en talleres para artistas entre los que hay un taller de impresión de serigrafías. Figueroa, una vez comisiona el diseño de la gráfica contrata el servicio de impresión a estos artistas, junto a los que trabaja incansablemente en la producción y difusión de esos portafolios. Hoy por hoy, Trailer Park, mantiene programación bisemanal presentándose en los alrededores de museos, galerías y eventos durante aperturas con exhibiciones y proyectos individuales de artistas locales y extranjeros.

Chemi Rosado Seijo, artista y fundador del Chemi’s Room; transforma su residencia en espacio de exhibición durante la última celebración de la feria de arte Circa en 2010. Durante ese año y hasta el presente, Rosado Seijo ha cedido su hogar a artistas, vecinos y colegas para el desarrollo de eventos y exhibiciones. Como parte de la dinámica creada en ese espacio cada artista o proyectista debe incorporar música como parte del evento así que, paralelo al encuentro de personas interesadas en las exhibiciones, coinciden dj’s y músicos que ofrecen su trabajo como parte del evento. Además, cada invitado debe dejar en el espacio una intervención que, regularmente se ubica en el pasillo conducente a la residencia. Muchos de ellos además de ocupar la casa utilizan el patio de la misma y una casa de árbol que hay allí. Recientemente Izám Zawahra, egresado de la Escuela de Artes Plásticas en 2009, se sumó al grupo de artistas que de manera independiente gestionan su carrera y apoyan la de sus colegas. El 1B en la urbanización Santa Rita en Río Piedras,  es la más reciente manifestación de este tipo de plataformas. Zawahra, dividió su espacio de taller dejando una sala de exposiciones pequeña que ha ocupado con el trabajo de colegas y amigos coetáneos a él.

La gesta de estos artistas y sus distintas plataformas pone en evidencia varias cosas, primero, la falta de herramientas administrativas de parte de los artistas para con gestiones que lo demandaban. No ha sido suficiente la creación de foros, el desarrollo y montaje de proyectos de exhibición, la apertura de talleres y la creación de nuevos coleccionistas para mantener estas plataformas funcionando. Ha sido esencial para los artistas y gestores hacerse de herramientas que le permitan mercadear o bien, conseguir auspiciadores que se involucren en sus gestiones para sobrevivir el embate de los altibajos económicos. No sólo artistas han visto amenazada su gestión, galerías y museos han afrontado retos similares para conseguir fondos que aseguren su perdurabilidad. En el caso de los artistas su educación y su práctica se ha visto restringida al desarrollo de su trabajo dejando de un lado las herramientas administrativas que le permitirían profesionalizarse al margen del circuito de galerías y ferias. En segundo lugar, su gestión se ha probado una y otra vez como el cúmulo de voces y prácticas que no encuentran lugar en las agendas de las instituciones. La existencia de espacios e iniciativas como estas, ha permitido la discusión de temas que por su proximidad al presente o por su falta de legitimidad en  foros académicos se ven marginados por foros más amplios y reconocidos.

Esto a su vez permite pensar en que hay prácticas que no pretenden ni necesitan de los espacios de museos para manifestarse. Esto no quiere decir que deban estar condenados a una gestión sin presupuesto, sólo que las estructuras de funcionamiento de los museos como los conocemos hoy en la Isla no son el espacio propicio para su desarrollo y crecimiento. No todos los espacios discutidos o mencionados aspiraban a la construcción de estructuras que trascendieran a sus gestores. Muchos de estos artistas y gestores, veían estas plataformas como herramientas útiles en un momento particular de su formación profesional. Otros sin embargo, entendían la importancia de su gestión como algo que también podía ser útil para otros a corto, mediano y largo plazo. Muchos de estos espacios facilitaron el diálogo entre artistas de distintas disciplinas provocando encuentros interdisciplinarios que no son comunes dentro de la institución debido a la naturalizada separación y especialización disciplinaria. Por ejemplo eventos coordinados por Conboca, Andrés Lugo y Omar Obdulio Peña, entendieron esa coincidencia como una coyuntura que debía ser explorada. En ese ánimo, se organizaron eventos como El Giratorio de Ekspresión coordinados por Lugo en distintos lugares desde 2003. Este evento reúne artistas y profesionales de distintas disciplinas en un junte que celebra la diversidad desde el sonido. Los eventos han incluido proyectos de vídeo, ruido, sonido y  música experimental que se ofrecen desde las manos de un variadísimo grupo de individuos que coinciden en su convocatoria. Conboca, durante la celebración de La Serie Regional de Jugadores Pampers, incluyó en cada una de sus exhibiciones artistas de distintos foros y disciplinas provocando un encuentro mediado por piezas y presentaciones que, al igual que  Andrés Lugo y el Giratorio, celebraban la diversidad y la diferencias desde marcos temáticos que los reunían según sus preocupaciones e intereses. Por su parte Omar Obdulio, desde sus comienzos como gestor en =DESTO, creó espacio para los artistas interesados en el sonido y la poesía. Posteriormente, desde su obra, incorporó barberos que junto a él hacían arte desde la técnica del recorte de cabello.

En tercer lugar; ese antagonismo aparente que animaría una caricatura entre museos y artistas, donde los museos e instituciones serían los malos y los artistas serían los buenos, nos aleja de la realidad extra oficial de la gestión artística contemporánea. Tanto los artistas que desarrollan proyectos alternos a la agendas institucionales como algunos museos, ferias e instituciones, son concientes entre sí de lo que aporta cada uno al foro. No todas las instancias participan de esa conciencia, pero cada vez se puede ignorar menos. Los currículos de los artistas desarrollados durante estos últimos doce años, demuestran el tránsito multi-direccional que ha existido entre instancias.

Notas:

  1. Entre ellos: José “Tony” Cruz, Vanessa Hernández Gracia, Jesús “Bubu” Negrón, Carolina Caycedo, Edgardo Larregui y Pablo León de la Barra.
  2. “El Cerro” es el nombre de una comunidad en el municipio de Naranjito que se fundó antes que la misma ciudad por obreros de la industria cafetalera de la zona.  En 2002 el artista Chemi Rosado Seijo propone a la comunidad  pintar sus casas en tonos de verde que dialogaran con la montaña que les rodea. Este proyecto sirvió de plataforma para otros artistas y académicos, que visitaron El Cerro durante la celebración del proyecto para unirse al esfuerzo del artistas y la comunidad; unos colaboraron en la gestión de pintar, mientras otros ofrecieron talleres y desarrollaron proyectos de su autoría como parte del intercambio comenzado por Rosado Seijo.
  3. El proyecto ha sido dirigido por Qunitín Rivera-Toro, Ralph Vázquez, Natalia Martínez, Norma Vila y Abdiel D. Segarra.
  4. El trabajo del colectivo =DESTO fue reseñado en revistas como Art Premium, reconocido por exhibiciones como la Muestra Nacional de Artes Plásticas 2005-06 e incluido en ferias de arte como Circa y ARWI.
  5. A través del Storehouse Group y La Casa del Arte artistas como Efrén Candelaria, Rogelio Báez Vega y el mismo Gamaliel Rodríguez presentaron obra en ferias como Art L.A. y Bassel en Suiza.
  6. ARWI son las siglas de Art and Wine una feria que, como indica su nombre, reunía amantes del arte y el vino. Este proyecto estaba a cargo de la galerista Gretchen Dilán, dueña de la Galería Dilán en la Avenida Los Paseos en Cupey. La feria logró dos ediciones en el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
  7. Walter “Tito” Fernández y Mariel “Nani” Álvarez.
  8. Apuesta fue una revista alternativa de política y cultura que se publicó de forma independiente en 2008.
  9. Fortaleza 302 es un edificio en el Viejo San Juan, cedido por un tiempo durante el 2002 a Michelle Marxuach y el colectivo de artistas con el que ella trabajaba por parte de los coleccionistas Diana y Moisés Berezdivin.
  10. El local Hipódromo 610, había sido durante 2007 y 2008 un espacio de exhibiciones liderado por el artista y profesor Charles Juhász-Alvarado.
  11. Algunos de los artistas e individuos involucrados en el desarrollo de publicaciones digitales fueron: Arnaldo Román y Lilliam Nieves de Trance Liquido(tranceliquido.com); Walter Fernández y Mariel Álvarez de Repuesto (repuestoweb.og); Ralph Vázquez, Vanessa Hernández Gracia, Mariana García Benítez y Abdiel Segarra de Conboca (conboca.org); Carlos Antonio Otero de el Naufragio de las palabras (elnaufragiodelaspalabras.com) y Karla Marie Ostolaza de The Fractal (thefractal.net).
  12. Santurce es ley también ha contado con el auspicio de compañías automotrices como Scion. Entre su colaboradores se encuentran, la Galería Yemayá, el Trailer Park Project; espacios como La 15 y el desaparecido Cart Watch. También han colaborado artistas en su carácter personal como el dúo La Pandilla, el colectivo Diseñotipo, el Fresh Crew, Nepo y Freddy Idoña, entre otros.
  13. El Taller Alacrán fue un espacio de taller colectivo de impresión gráfica fundado por Antonio Martorell en 1968.
  14. Otros artistas que participaron de METRO fueron: Norma Vila, Rabindranat Díaz Cardona, Héctor Madera González, Christopher Rivera, Héctor Arce Espasas, Sebastián Vallejo, Migdalia Luz Baréns, Carlos Ruíz Valarino, Javier Bosque, Manuel Rodríguez, Rafael J. Miranda y Abdiel Segarra.

*Adaptación del trabajo de investigación presentado como requisito de graduación para la obtención del grado de Maestría en Gestión y Administración Cultural en la Universidad de Puerto Rico. Publicado en diciembre de 2012, en el Número 16, de la Revista HUM736 Papeles de Cultura Contemporánea, “Visiones del Post-Trópico / Arte Actual desde el Caribe (II)”, de la Universidad de Granada, coordinada por el Dr. Carlos Garrido Castellano. Descargue el número aquí.